Esta primera parte del viaje la estamos dedicando a conocer el entramado institucional del gobierno federal de los EEUU. A pesar de contar con unas competencias muy concretas, recordemos que la administración federal solamente se ocupa de aquello que los Estados le encomienda, resulta un compendio de Agencias Federales con miles de funcionarios, con funciones y roles muy concretos que juegan un papel fundamental en la creación, gestión y seguimiento de las políticas. Siempre buscan las máxima profesionalidad en su cometido con resultados basados en la evidencia, absoluta independencia en sus funciones y animar el debate para la coordinación y el diseño de sus políticas con una clara vocación internacional del sector agroalimentario.
Hemos visitado la USDA, que viene a ser como un gran ministerio para la agricultura y la alimentación. Sus principales objetivos son asesorar al Presidente, mejorar la renta de los productores, desarrollar y expandir los mercados de sus producciones, controlar la seguridad y salubridad de los alimentos, etc.., no muy diferente al nuestro, pero ahí se acaban las similitudes, ya que nuestro sistema ministerial mantiene una fórmula piramidal dependiente del Gobierno.
Es un entramado de más de 10.000 funcionarios repartidos en Agencias tales como el Servicio de Estadísticas, inspección de alimentación y sanidad vegetal y animal o la gestión medioambiental. La labor de cada agencia es muy concreta y, al menos sobre el papel, son independientes en su labor.
El servicio de Estadísticas del USDA (mi compañero Toño lo sabe muy bien) es reconocido y referencia en el mundo entero, órgano completamente independiente que realiza estimaciones de producción, mercados y cuyos informes son absolutamente secretos antes de ser publicados. La información que manejan afecta a las decisiones de la bolsa financiera inversores de las principales materias primas, tener el informe sobre las previsiones de cosecha de cereales puede hacer ganar mucho dinero al quien tenga la información un par de horas antes, no es poca cosa.
Como decía su director, nuestro objetivo es que los números hablen por sí solos como una manera de hacer que el mercado funcione mejor.
Existen otras agencias muy importantes, como USAID, cuya labor es la cooperación al desarrollo en países en desarrollo como una manera de mejorar el funcionamiento de los mercados a través de programas de alimentación, formación, vivienda, asistencia financiera, etc... EEUU exporta el 50% de lo que produce, por tanto, mientras mayor sea la capacidad económica de otros países, mayores oportunidades para sus productores en el mercado, eso sí, todo pasa por apoyar el libre comercio, pero esta idea encierra múltiples aristas que se pusieron de manifiesto con mis colegas africanos y asiáticos.
Aquí se discute de todo, todo se pone en duda y todo debe basarse en la evidencia en el marco de un sistema bastante transparente y permeable al sector privado, que participa y colabora activamente con todas las agencias y en el proceso legislativo. Por ejemplo, cuentan con una Comisión de Comercio Internacional, órgano cuasi judicial, totalmente independiente y cuya principal labor es hacer estudios de impacto de los tratados comerciales sobre la industria americana, asesorar en las negociaciones internacionales y decidir sobre medidas antidumpling de las importaciones de manera independiente y completamente objetiva, al margen de cualquier injerencia política. Sus informes son muy respetados y en su elaboración acuden a cualquier fuente, sea interna o externa, lo fundamental es hacer su cometido con la mayor objetividad posible. De hecho nos aseguran que muchas veces no son consultados por algunos senadores porque temen que el resultado no satisfaga determinados intereses, si no quieres que te examinen no preguntes. Consideran que trabajar para mejorar el mercado y las expectativas es trabajar en favor de la objetividad, por eso no emiten opiniones, describen y aportan diferentes escenarios, ellos no tienen que decidir políticamente, por tanto, no deben estar bajo el mando de nadie y sus presupuesto depende directamente del Congreso. Una cuenta más para contar con informes sectoriales a nivel mundial.
Hay mucho mas que contar, podría escribir un pequeño libro. En los próximos días comentare el debate en el Senado y algunos elementos interesantes entorno al T-TIP y la visión de la administración. Pero, como siempre, lo más interesante lo encuentras fuera. Hablando con un paisano, los americanos suelen ser muy campechanos, abiertos y dispuestos a entablar una conversación en cualquier sitio, me comentó tras explícale que hacíamos allí: es fantástico, yo soy de Pensilvania, y recuerda una cosa, los estadounidenses no somos iguales, hemos decidido estar juntos, pero en absoluto somos iguales... Me parece una frase muy interesante para terminar este breve resumen de dos días intensos de reuniones y visita de institucionales.
PROGRAMA IVLP COMERCIO AGRÍCOLA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA EN LOS EEUU
He tenido el enorme placer de haber sido seleccionado para realizar el programa de Comercio Agrícola y Seguridad Alimentaria 2015. Durante los próximos 21 días (6 de junio hasta el 27 de junio), voy a tener la oportunidad de contaros en este blog todo aquello que vaya observando y aprendiendo, al igual que el intercambio de impresiones que tendré la oportunidad de compartir con miembros del Gobierno de los EEUU, dirigentes de sindicatos y asociaciones de agricultores, ONG y mis 20 compañeros procedentes de todos los países del mundo, desde Sudamérica, África, Asia y la propia UE.
En mi anterior entrada de blog hice hincapié en la peligrosa deriva que podría llevarnos un exceso de subsidiariedad en la aplicación de la PAC, una política que por definición es y debe ser común. Muchas veces, el discurso de la subsidiariedad es utilizado por los gobiernos o administraciones regionales como un arma defensiva, y una posibilidad de poder desmarcarse para satisfacer intereses o equilibrios locales, no para adaptar la mejor opción a su realidad productiva, que es lo que siempre se escribe en los documentos y considerandos oficiales.
Esta visión cortoplacista no se limita a la administración, de alguna manera también pervive, sin darnos cuenta, en el propio sector. Tras una jornada organizada por Repsol en donde se discutió la aplicación de la nueva PAC y los retos para las cooperativas y sus agricultores, tuve la oportunidad de conversar y hablar con agricultores y ganaderos que reciben pagos PAC y son miembros de cooperativas. Me expresaron sus dudas sobre la nueva PAC y la ilógica del nuevo sistema de pagos, que seguía beneficiando a un amplio conjunto de perceptores que nada tiene que ver con el sector. En la conversación terminó saliendo la famosa frase , para el que trabaja y vive de esto y no para el que pasaba por allí.
El planteamiento no resulta novedoso, de hecho está en cualquier documento de cualquiera de las tres (o cuatro) OPAs que hay en España y, de alguna manera también se defiende en Cooperativas Agro-alimentarias. Por otro lado, es bastante potente, nadie se atrevería a contradecirlo en un foro porque parece una cuestión muy lógica. Sin embargo, creo esta idea debería adaptarse a la realidad y no dar una sensación de arrogancia que en estos momentos no le viene bien al sector productor frente a la ciudadanía, y más en época de crisis. Voy a razonar mi planteamiento en tres argumentos:
1. . Es decir, que los pagos van a todo aquel que cumpla con una mínima condición de agricultor activo, pero a partir de ahí no es lo que más pesa. Esto es una realidad difícil de aceptar, pero ha habido una decisión del Consejo de Ministros y del Parlamento Europeo y, como mínimo, hay que saber en el entorno en que nos movemos porque los tiempos pasados que siempre fueron mejores, según algunos, no volverán.
2. . El discurso del profesional se encontraría con una gran mayoría de productores cuya renta principal, o gran parte de esta, no proviene exclusivamente de la agricultura pero no por ello no son actores económicos de este sector. Lo que no puede aspirar un 40% de profesionales es acaparar el presupuesto que suelten los que se van, porque con ellos se iría una buena parte de la superficie elegible de nuestro país y, lo más importante, un gran número de activos.
3. Y esto no es que lo invente, es que forma parte de los objetivos básicos de la PAC en el Tratado de Lisboa, que no ha cambiado en 50 años, y no sólo se habla de los productores, también de precios razonables a los consumidores y de conseguir un nivel de vida equiparable en las zonas rurales al de las poblaciones urbanas. Paradójicamente el Tratado de Lisboa se olvidó de incluir un objetivo que sin duda es prioritario para la UE, y creo que no le hubiera hecho mal a la imagen del sector productor, que es la gestión y el mantenimiento del medioambiente.
La PAC no son sólo los pagos directos, que ciertamente en su mayoría son percibidos por agricultores y ganaderos, también afecta al resto de la cadena, cooperativas, por ser empresas de los propios agricultores, industria transformadora y el propio consumidor destinatario de las producciones. De hecho el principal problema del productor está en la cadena y la valorización de su producto, y no en nivel de pagos que reciba yo o el vecino. Obviar estas cuestiones es darse de bruces con la realidad social y medir mal la capacidad de influencia de la agricultura ante la sociedad, a la cual necesita. Uno no debería perderse en el discurso de consumo interno, como el otro día escuché a un ganadero belga
En mi anterior entrada describía el porqué no creía que una defensa de los pagos para los agricultores era la mejor estrategia para defender la PAC ante la sociedad. Además de no ser muy realista, y menos en estos momentos, hay ciertos reflejos de algunos representantes que con la buena intención de defender a los suyos puede conseguir lo contrario.
Sin querer centrarme en una anécdota, en el propio acto de Repsol, al cual hice alusión la semana pasada, uno de esos agricultores muy comprometidos, y sin duda muy informado y conocedor del sector, se quejaba amargamente de que para hablar de la PAC no se llamara a sus verdaderos protagonistas, los agricultores y ganaderos, que eran lo verdaderamente afectados.
No voy a volver a explicar lo que ya hice la semana pasada, pero tal relación lógica no aguanta el peso de las evidencias ni respalda una estrategia de amplio espectro. Es como si una persona afectada por el corazón levantara la mano en un simposio de cardiólogos para decirles que se levanten que los que tienen que hablar de la enfermedad coronaria son exclusivamente los que la padecen, y no los médicos e investigadores, que al fin y al cabo están a su servicio. Los que estaban allí sentados no eran médicos, pero sí profesionales que dedican su vida en cuerpo y alma al sector, entre los cuales sí había un agricultor, y a la vez presidente de una importante cooperativa, una experta que gestionaba expedientes de pagos directos y varios directores de cooperativas, personas que conocen y viven el sector tanto como cualquier agricultor y, seguro, con una visión de conjunto que va más allá de la explotación.
De nuevo se comete el error de identificar un instrumento, los pagos directos, con la PAC y, la verdad, ni siempre fue así, ni es el objetivo de esta política (ver entrada de blog anterior) sino un instrumento más, aunque a tenor de los debates y su peso presupuestario parezca lo único.
Por otro lado, volvamos a esta estrategia. Si lo importante es solamente quiénes reciben los pagos, ¿qué pensará la sociedad y el consumidor que no se beneficia directamente de ella? Desde luego con el mensaje de lo mío por derecho y solamente hablo yo no parece que se busquen muchos amigos fuera del sector, ni se busque hacer pedagogía sobre la justificación de los pagos.
Como siempre se pone de referencia a nuestros amigos franceses, a los cuales ponemos de ejemplo a la par que criticamos, esto es lo que ha pasado con el debate sobre nuevo sistema de pagos en Francia. Han sido los propios representantes de los agricultores quienes han visto el peligro, no sin problemas y debates internos, de que una parte importante de su agricultura, la cerealista y la ganadería intensiva, estaban recibiendo ayudas desacopladas de la producción cuando las condiciones de mercado les otorgaba una rentabilidad más que aceptable. ¿Cómo defender una lógica de unas ayudas desvinculadas totalmente de la realidad económica de quiénes las reciben, y cómo podrán defender ante la sociedad la conveniencia de una PAC con un planteamiento que no se sostiene en la evidencia? Aparentemente la decisión para la aplicación de la nueva PAC ha sido trasvasar ayudas de estos sectores a los que más dificultades y riesgo de abandono tienen, la ganadería extensiva.
En todos lados cuecen habas, no es que la solución francesa deba copiarse en España, la realidad suele ser más compleja de lo que pueda explicarse en un titular o entrada de blog, y los problemas en Francia suelen ser muy similares a los que tenemos aquí. Sin embargo, lo que no se puede negar es que deberíamos ser capaces de abrir debates de calado y olvidar algunas posiciones defensivas como si todo se fuera a acabar mañana.
Seguimos introduciéndonos en la manera que tienen los estadounidenses para organizarse a través de la iniciativa privada, piedra angular del funcionamiento de su sistema político, como expliqué ayer y nos insisten todos los días.
Esto no implica que sea la Coca-Cola o Apple quienes tomen las decisiones, son asociaciones u ONGs de todo tipo quienes ejecutan todo tipo de acciones para proveer e impulsar iniciativas. De hecho, este curso es organizado y desarrollado por organizaciones de voluntarios en colaboración con el Departamento de Estado, que no tiene el control del programa ni la decisión de su continuidad, ya que esta reside en el Congreso de los EEUU.
Cuando me comunicaron la selección para este IVLP, algunos amigos me dijeron con sorna que me iban a intentar convencer de algo, supuestamente negativo o sospechoso. Ya sabéis que en España el concepto de vender o convencer tiene un transfundo negativo, nos basta escuchar una frase para encasillar a alguien y automáticamente dejar de escuchar, somos muy dados al maniqueísmo.
La realidad es que se saben vender muy bien porque están convencidos de que su sistema es el mejor, o el que mejor se adapta a sus aspiraciones. Creen en su producto y, a decir verdad, lo muestran con orgullo. La descentralización es algo que nos puede confundir a ojos de un español, teniendo en cuenta los problemas con nuestro sistema autonómico. Escuchando las diferentes intervenciones, en relación al importante papel de los Estados como países independientes, a mi juicio, lo que diferencia a los EEUU de España no es tanto el grado de independencia del gobierno regional, sino la mutua aceptación de todos los Estados en otorgar al gobierno federal políticas claves para mantener la Unión y la lógica de país. Todo un enfoque de abajo arriba que provoca que todo sea más constructivo y se aleje de la pelea y de un debate eminentemente secesionista.
No obstante, no hay que llevarse al engaño, el acuerdo sobre el sistema no lleva a una misma visión de las cosas, ni entre Estados ni entre intereses. Andrew Stephens, Manager en política internacional para Alimentación y materias primas insiste en que el debate agrícola encierra una gran complejidad dentro de los EEUU, donde cada Estado solamente atiende una visión parcial y el gobierno federal debe arbitrar a través del Congreso, la coordinación de la Casa Blanca, las audiencias públicas y la participación de los lobbies. Seguro que al final encuentran el modo de ponerse de acuerdo o, simplemente, salir adelante, pero el sistema no se pone en duda.
Es posible que la semana que viene se apruebe la autorización del Fast Track para que la administración Obama relance las negociaciones en el T-TIP a la vez que el Tratado Transpacífico, lo que implica que tendrá vía libre para negociar bajo parámetros marcados por el Congreso y el Senado, y el resultado solamente podría ser aceptado o rechazado sin enmienda posible. Mañana nos hablarán del T-TIP y visitaremos el USDA, un gran momento para que nos aporten su propia visión sobre estas negociaciones.